
Nos movemos en los años de la posguerra civil española. Dos primos, el Chino y el Ceporro (que es el Rey), terminan un curso de diversión y suspensos. Están en la preadolescencia. Ante ellos se abre un verano en el que los separarán para que estudien. En medio de todo, aparece Elke, una refugiada alemana, acogida por su tía. La galería de secundarios es variada y simpática.
La novela trata el paso de la infancia a la adolescencia. No es un libro para niños, aunque la historia es divertida y ágil. Pero el gran éxito de Pombo es su modo de narrar. El Ceporro nos cuenta lo que pasa, desde su punto de vista, y sus observaciones son muy curiosas. Las frases se suceden con desorden, llenas de incorrecciones, utilizando una jerga adolescente, con avances y retrocesos. Al principio me costó un poco acostumbrarme al estilo, pero acabó encantándome. No conocía a este autor, pero ha sido una buena experiencia, que puede que me lleve a repetir con él.
Es el único libro que he leído dos veces y me ha gustado cada vez más. Me encantó especialmente el humor entre líneas.
ResponderEliminarVaya marcha que llevais entre los dos, no hay quien os siga el ritmo, muchachos, de todas maneras creo que la nave nodriza esta haciendo de las suyas, porque desaparecen comments, espero que este no sea uno de ellos. Al autor no lo conozco, pero me gusta lo que has dicho del libro, y ahora los necesito asi, divertidos, que no me den quebraderos de cabeza, igual pruebo con el
ResponderEliminarOtro autor que me da vergüenza no conocer. De este libro había visto el título muchas veces, sin haber llegado a leerme ninguna reseña, y no sabía nada de él.
ResponderEliminarGracias por dejar que me haga una idea.
Me lo leí hace algunos años y me encantó... si te metes en la novela es genial.. pero no he vuelto a leer nada del autor... los temas que ha tratado no me han atraido...
ResponderEliminarSólo puedo decir... muy buena pinta, sí señor. Otro título para mi agenda (o plan infinito, para el caso...).
ResponderEliminarChaoo!!
Si te apetece repetir, "el metro de platino iridiado" o algo así es una gran novela de Pombo
ResponderEliminarQué curioso, he terminado de leer este libro ahora mismo...
ResponderEliminarMe ha encantado el modo en que el autor describe el mundo adulto desde la perspectiva de "Zeporra" :), pero sobre todo me ha parecido muy divertido!
Beatriz, ¡el único! Pues no cabe duda de que fue un antes y después en tus lecturas. Yo no creo que lo haga, ese club es selecto, aunque no tanto como el tuyo.
ResponderEliminarCarmina, entonces es lo que estabas buscando. Porque te ries mucho con las ocurrencias del Ceporro.
La verdad es que mi colaboradora le ha dado vida al blog. Estoy muy contento por ello.
Loque, de vergüenzas nada, que hay confianza. Además, ya hemos conocido tu incontestable belleza. De hecho, la veo todos los días cuando enciendo y apago el ordenador.
Me alegra haberte dado una referencia.
Gise, ya veremos si me atrae algun otro suyo, pero no garantizo nada. Bueno es saber tu opinión.
M, de "señor" nada, que me parece que estás hablando de mi padre.
Si te refieres al plan infinito, tu agenda debe ser muy grande.
Gonzalo, menos mal que estás tú ahí para recomendarme libros. Eres un gran culpable de que mi lista no pare de crecer.
Anónimo, mira que casualidad. El mundo es un pañuelo y de los pequeños.
Pombo ha conseguido divertirnos a los dos a la vez.
Me encantaría tener la imagen de fondo de pantalla, ya que no puedo en el trabajo, la tendré en casa!!
ResponderEliminarPor cierto, hablando de conocer bellezas ¿has visto mi correo?
Loque, lo he visto y te he contestado. Perdona si he tardado mucho.
ResponderEliminarA mi tampoco se me ocurre ponerlo en otro ordenador que no sea mi portátil. Pero como es el que uso para todo...
¿pero el ceporro es apodo, verdad? ¿o es nombre propio??? muy buena la reseña como siempre, yo también confieso que no conocía al autor (¡la emoción que me da que me presenten autores!), y me lo apunto. Unas risas no me vendrían nada mal.
ResponderEliminarUn abrazo,
Ale.
Me fustó mucho, divertido. Pero no te aconsejo el platino iridiado...
ResponderEliminarAle, ¡claro que es un apodo! Pero no me preguntes por su nombre, porque ya no me acuerdo, aunque sale.
ResponderEliminarPilu, gracias por el consejo. Pero descuida, suelo observar ser cuidadoso con las elecciones de mis libros.
Ceporro se llama Jorge, y el Chino, José Luis.
ResponderEliminarDisfrute mucho con este libro, y lo relei unos annos mas tarde y disfrute igual. Lo he prestado a tantos amigos que no se donde para.
ResponderEliminarLuego lei "el metro de platino iridiado" y no me gusto, pero no recuerdo ni porque.
Con este libro mi hermana me hizo ver que los libros mas nos gustaban estaban escritos desde el punto de visa de ninnos.
Crispi
Anónimo, gracias por echarme un cable.
ResponderEliminarCrispi, yo también había oído hablar de este libro a muchos amigos mios, que me lo habían recomendado en varias ocasiones.
No comparto la opinión de tu hermana, ya que no son mis preferidos, pero sí que me gustan.
Gracias por el comentario y ¡bienvenida!
...ya decía yo que no podía ser un nombre...no me imaginaba a niguna madre gritando "Ceporrrooooooooooooooooooooooooo baja a desayunar ¡ya!" ;-) ¡gracias anónimo e Hilario!
ResponderEliminarPues es más bonito que algunos que oigo por ahí de vez en cuando.
ResponderEliminarMe has hecho reir, Hilario: ¡si que algunos nombres tienen delito como Jonathan José o JOsua Kevin!
ResponderEliminarNo leí nada de Alvaro Pombo y hasta ahora nunca me atrajo; ahora me haceis dudar.
Lammermoor, a veces pienso que hay muchos hijos no deseados por ahí, porque ponerle esos nombres a tu hijo...
ResponderEliminarSólo puedo decir que no he leído a este autor pero que tu reseña ha hecho que este libro resulte tan apetecible que me lo he apuntado en mi libretita.
ResponderEliminarGracias
Eva, ya es un logro por mi parte. Espero que no te defraude si acabas leyéndolo.
ResponderEliminar