Tenía muy buena pinta. El director era el de la gran "Casino Royale", el protagonista era un actor consagrado, y su trailer prometía una historia de intriga a una velocidad endiablada. Pero me ha defraudado profundamente. Martin Campbell y Mel Gibson cumplen, y gracias a ellos la película no es mala del todo. Pero se han olvidado de lo más importante: el guión. No hay sorpresas, la trama es plana y previsible, el final te deja muy mal sabor de boca... Creedme, hay muchas cosas mejores que ver. ¿Porque en España tenemos esa manía de cargarnos los títulos de las películas al traducirlos?