Me iba de viaje un fin de semana y necesitaba un libro para la ida y la vuelta en avión. El libro cumplió perfectamente su cometido porque me duró eso. Entre el metro, la espera para embarcar y el vuelo (ida y vuelta), me lo fundí. El autor trata el problema de la gente que no quiere leer y habla de su experiencia profesional como profesor. Da algunas ideas muy buenas sobre la educación en la lectura. Pero lo que más me gustó fue notar su amor por los libros y su particular visión del lector, expresada al final del libro en sus "derechos del lector".
La próxima entrada de este blog (después de esta), es la número 50, y lo he querido celebrar hablando de mi libro preferido. Como generalmente se ha publicado en 3 tomos, he dividido mi opinión en cada una de las partes. Para ello, dedicaré la entrada anterior (esta) y posterior (la nº 51) a este mismo objetivo. Hace unas semanas, mi madre visitó este blog (no dejó ningún comentario), y le extrañó que aún no hubiera hablado de este libro. Yo le dije que esperaba una ocasión especial, la cual ha llegado. Yo no leí este libro en 3 tomos, sino en una edición compacta. Me alegré al saber que era lo que prefería su autor, el cual remarcaba que "El Señor de los Anillos" no es una trilogía, sino un libro, dividido en 3 partes. Sé que el libro es de fantasia, sé que es muy largo, sé que tiene muchos personajes... Pero no os podeis imaginar la gozada que es leerlo. Es verdaderamente fantástico, con todas las acepciones que tiene la palabra. Yo casí lloré al acabarlo, deseando que fuer...
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